Desperté entre espasmos, tiritando de frío. Me costó incorporarme. La cabeza me daba vueltas. Me encontraba rodeado de árboles, cubiertos de nieve. Me puse en pie y me sacudí bien para quitarme la nieve acumulada en mí. Tenía que regresar a casa antes de que anocheciera y me congelase.
Los
pies se iban hundiendo en la nieve mientras caminaba para salir cuanto antes de
este bosque.
Sentí
un dolor súbito en las sienes, como si me atravesaran con un taladro. Se me
nublaba la visión. Un pitido en los oídos me ensordeció. Caí de rodillas. Sentía
pinchazos por todo el cuerpo. La mandíbula me dolía a horrores. Unos temblores
me recorrieron todo el cuerpo. Exhalé un grito de dolor.